Dios toma la flauta de la caña del mundo
y sopla en ella.
Cada nota es una necesidad
que surge en cada uno de nosotros,
una pasión,un doloroso añorar.
de donde surgió la ráfaga de aliento
para que cada nota suene con claridad.
No intentes acabarla.
Sé tu nota.
Te mostraré que basta con esto.
En esta ciudad del alma
trepa de noche hasta el tejado.
¡Que todo el mundo suba a su tejado
y entone su nota!
¡Canta bien fuerte!